Los días van pasando y cada vez queda menos para empezar a ver anuncios de colonias y juguetes que nos informan de la inminente llegada de la Navidad. Además de para ponernos ciegos de turrón y polvorones, el cierre de año puede ser también un muy buen momento para tener un detalle con nuestros clientes y celebrar con ellos un año más compartiendo éxitos. Por eso, este mes en el blog Oh la là! vamos a abrir el melón del merchandising para clientes. ¡Atentos!

Hacer un regalo es un momento delicado en cualquier relación, incluida la relación de una empresa con sus clientes. Un buen regalo tiene el poder de hacernos permanecer en el TOM —top of mind— de nuestro target, mientras que un mal regalo es capaz de tirar por el suelo el trabajo de meses, ya que este tipo de obsequios son una muestra clara de lo que somos y de lo que implican nuestros clientes para nosotros. Por lo tanto, están cargados de mensaje. ¿O nos vas a decir que no recuerdas ese regalo cutre que te hicieron en 2001 que parecía sacado de un huevo Kinder? Si es que esas cosas marcan…

Qué es el merchandising y para qué sirve

Tirando de manual, el merchandising es una técnica comercial, una estrategia publicitaria que sirve para promocionar una marca o un producto e influir en la decisión de compra del consumidor.

Podemos decir que el merchandising —“merchan” para los rockeros y amigos del metal— tiene tres objetivos principales:

  1. Captar la atención de nuestro target o target del producto
  2. Potenciar la comunicación en el momento del lanzamiento
  3. Influir sobre la decisión de compra

Lo cierto es que, a pesar del paso del tiempo, los regalos promocionales siguen siendo una de las mejores oportunidades para despertar interés y afianzar las relaciones con nuestro person buyer —y si no, que se lo digan a todas las tote bags que tienes colgadas en el perchero.

Qué ha de tener un regalo para encandilar al cliente

Encontrar el regalo perfecto que nos permita sorprender a nuestros clientes no es tarea fácil. Regalar es un arte, algo que, sin duda, se aplica también al mundo de la empresa. Fuera de los clásicos bolígrafos, pendrives personalizados o libretillas tamaño lista de la compra, hacer un buen regalo que encandile a nuestros clientes y que además sea susceptible de ser compartido en redes sociales es una tarea compleja para la cual os recomendamos tener en cuenta lo siguiente:

  • Que sea útil — Esta es sin duda la primera máxima a tener en cuenta. Nadie quiere que su regalo corporativo acabe en ese cajón desastre que todos tenemos en nuestros escritorios. O peor, que se vaya directamente a la papelera. Así que, si estabas pensando en el típico objeto que es casi tan útil como la clásica bandeja de plata de los bautizos, te recomendamos que le des una vuelta más.
  • Que sea de calidad — Que tu obsequio tenga unos buenos acabados también es algo a tener en cuenta. No queremos que nuestro presente acabe por ser la versión de AliExpress de la idea inicial. Invierte en calidad.
  • Que transmita nuestros valores de marca — ¿Somos una compañía tecnológica puntera siempre a la vanguardia de la innovación? ¿Somos verdes y estamos concienciadísimos con el medioambiente y a tope con la economía circular? Es muy importante que el regalo refleje nuestros valores de marca. La coherencia es fundamental en cualquier acción de comunicación y más cuando hablamos de acciones de marketing directo como en este caso.
  • Que vaya en línea con el momento de comunicación — Si has leído nuestro post sobre el calendario de marketing, sabrás que en un año hay numerosos momentos que pueden servirnos de excusa para comunicar. Lo que sí es importante es que el regalo vaya acorde al momento del año. Igual que no se compran gorros de lana en julio, a la hora de hacer un obsequio a nuestros clientes, ser coherentes con el almanaque también es algo importante.
  • Que sea original — Una vez cubiertos los puntos más lógicos y prácticos es el momento de exprimirnos la sesera y buscar la originalidad. Pongamos a trabajar nuestras neuronas y busquemos una alternativa que deje a nuestros clientes boquiabiertos, casi tanto como se quedaban tus padres al ver tus skills pegando macarrones en un marco. ¡Vamos a por el efecto WOW!

Dicho esto, es el momento de empezar con ese brainstorming del que extraeremos la idea para nuestros regalos navideños de este año. Porque si hay otra cosa que no se nos debe olvidar es el tiempo de producción. Según la complejidad del regalo, este será más o menos, pero debemos tenerlo siempre en cuenta y realizar un retrotiming que permita que toda la cadena funcione para llegar a tiempo y sorprender a nuestros clientes.