La cuenta atrás para Navidad ya está en marcha y el número de eventos en el horizonte no deja de multiplicarse como una especie de calendario de adviento de compromisos sociales. Los eventos son una de las herramientas de marketing más potentes que existen, pero como todo, hay que saber utilizarlas. Por eso, este mes vamos a hablar de eventos y de la importancia de brindar a nuestros invitados una experiencia 360º.

Como decíamos, los actos son oportunidades únicas para una empresa de establecer vínculos y transmitir sus valores e imagen corporativa a sus públicos. Ahora bien, ¿cuándo empieza un evento? Es decir, ¿un evento se reduce únicamente al día en cuestión?, ¿al delicioso catering y el currado photocall con el que nos topamos en la puerta? ¡Por supuesto que no! Un evento consiste en una experiencia inmersiva que comienza con el primer comunicado que recibe el usuario. ¡Atentos!

El concepto

Como toda acción de marketing, los eventos nacen de una idea, una idea que ha de desarrollarse. Antes de pensar en espacios, listas de invitados o decoración, lo primero que debemos hacer es definir el concepto a comunicar. Debemos tener claros los valores que queremos hacer llegar a los usuarios para conseguir que estos impregnen cada momento del proceso. Y decimos “cada momento del proceso” porque, como hemos avanzado más arriba, un evento no se reduce únicamente a lo que pasa en la fecha señalada, sino que va mucho más allá.

Para poder llevar a cabo un evento de categoría, lo primero que debemos tener claro es que la experiencia del usuario ha de ser 360º, es decir, que cada impacto, del primero al último, que reciben nuestros invitados ha de estar justificado y formar parte de un hilo conductor: el storytelling.

El storytelling

El storytelling de un evento no es otra cosa más que la historia que se cuenta. Desarrollar un buen storytelling es algo fundamental para que un evento funcione. El objetivo es conseguir enganchar al invitado desde el primer momento y para ello tendremos que contar con un storytelling bien trabajado que se plasme en cada uno de los elementos: desde la comunicaciones físicas u online, el espacio o el personal, hasta el obsequio que los invitados se llevarán como recuerdo del acto.

Igual que los cuentos infantiles comienzan con el clásico “Érase una vez”, nuestra historia ha de empezar con la primera comunicación. Por eso, nuestra invitación o save the date ya ha de conseguir transportar a quien la recibe a un concepto o una historia concreta. Ha de conseguir que nuestros invitados intuyan y se interesen por esa historia que nos disponemos a contarles.

Momentos de comunicación: pre, durante y post

Una vez tenemos claro el concepto y el storytelling solo nos quedará marcar los momentos de comunicación. Pero ojo, porque no hablamos solo de la parte preevento o de lo que sucede en el propio acto, también debemos tener muy en cuenta lo que pasará después.

Como decíamos al principio, nuestras agendas se encuentran repletas de compromisos, por lo que es muy fácil que nuestros esfuerzos caigan rápidamente en el olvido eclipsados por otro gran acontecimiento, fiesta, cena o similar. Por eso es muy importante hacernos la siguiente pregunta: ¿qué pasa cuando nuestros invitados abandonan el recinto para irse a su casa y seguir con su vida?

La experiencia del usuario comienza con la primera comunicación, pero no tiene por qué terminar cuando este sale del acto. Impactos en prensa, posts en redes sociales, newsletters de “thank you” o campañas de email marketing de seguimiento son algunas de las herramientas que nos permitirán alargar la vida de nuestro evento. Sin embargo, nuestra recomendación es que, además de esto, se contemple también un obsequio.

Apostar por un recuerdo físico es la mejor manera de conseguir que nuestra historia y, por ende, nuestro evento permanezcan en el TOM de nuestros invitados el mayor tiempo posible. Ahora bien, el obsequio no solo ha de tener sentido y estar vinculado a nuestro storytelling, tal y como os contamos el mes pasado en este mismo blog, para que un regalo sea capaz de encandilar a nuestros invitados ha de cumplir los siguentes requisitos:

  • Ser útil
  • Ser de buena calidad
  • Transmitir los valores de la marca
  • Ir en línea con el momento de comunicación
  • Ser original

En definitiva, un evento es mucho más que una fecha en el calendario. Esta valiosa herramienta de marketing requiere de una minuciosa planificación y mucho trabajo. Eso sí, os aseguramos que merece la pena. Aunque claro, si no te decides a tirarte a la piscina y desarrollar un evento para tu marca, siempre puedes echar un vistazo a nuestra web y dejar el tema en nuestras manos. Te aseguramos que no te arrepentirás.