Con noviembre a medio consumir, la mayoría de nosotros tenemos ya la cabeza puesta en la Navidad. ¿Qué le regalo a mi madre? ¿Me tocará cenar en casa de mis suegros? ¿Es demasiado pronto para poner el árbol? La presión de las fiestas empieza a hacerse notar en la calle, pero si hablamos de marketing… ¿cuándo empieza la campaña de Navidad para una empresa?
En Oh la là! Comunicació tenemos muy claro que, aunque nos quieren vender que el año tiene 12 meses, en realidad solo dura 6 o menos. Después de más de una década al pie del cañón, nos ha quedado cristalino el hecho de que la previsión es una skill imprescindible para cualquier marketero. Pensar a 2, 3 o 6 meses vista es nuestro pan de cada día y lo que hace que pasemos las hojas de calendario totalmente ojipláticas y repitiendo siempre la misma frase: “¡Qué fuerte! ¡Ya es –inserte aquí el mes que más le apetezca-!”.
Planificación a 6 meses vista
Por exagerado que pueda parecer, la campaña de Navidad de una empresa ha de activarse el mes de septiembre e irse desarrollando hasta enero. 4 meses en los que las acciones de marketing se suceden de menos a más para conseguir el mayor número de ventas posible en el cierre de año.
Aunque a veces es complicado ir con tiempo, para poder activarla en septiembre lo ideal es empezar a preparar la campaña de Navidad a finales del primer semestre. Junio es el mes para sentarnos a pensar en la estrategia e ir confeccionando nuestro plan de marketing navideño para que, a la vuelta de vacaciones, podamos ejecutarlo.
Calendario de acciones
Hace algún tiempo en este mismo blog hablábamos de la importancia del calendario de prensa, ahora, insistimos en la importancia de planificar un buen calendario de acciones para que nuestra campaña de Navidad llegue a buen puerto.
Septiembre
Es el momento de empezar a activar nuestra campaña de Navidad. No decimos que sea necesario que nada más quitarte el bañador te enfundes el jersey de lana y lo llenes todo de muérdago, pero sí es el momento para que tu marca empiece a sonar.
Tras el parón del verano, las ventas vuelven a reactivarse y los consumidores se preparan para la vuelta al cole, a la rutina y para el cambio de temporada. Un momento muy clave para empresas vinculadas al fitness, la nutrición, la educación o la moda.
Octubre
Bajan las temperaturas, caen las hojas de los árboles y crece el deseo por adquirir nuevos productos. Octubre es el momento en el que los consumidores comienzan a confeccionar una wishlist que se hará realidad en diciembre.
Después de haber empezado a hablar de tu marca el mes anterior, este es el momento de activar la promoción de productos concretos: una nueva fragancia, el abrigo para completar tus looks de invierno, el juego de mesa que desbancará al Trivial… Potencia los productos en tu web, inicia colaboraciones con influencers o activa una campaña de publicidad en redes sociales. Octubre es el mes perfecto para este tipo de acciones.
Noviembre
Desde hace algunos años noviembre es sinónimo de dos cosas: Black Friday y Cyber Monday. El último viernes y el último lunes de noviembre son dos fechas clave en el calendario de marketing de cualquier compañía. Las ventas online se disparan porque muchos consumidores aprovechan para hacer las primeras compras de Navidad, para hacerse algún que otro autorregalo o conseguir un producto concreto a un precio mejor que el habitual.
En otras palabras, el mes de noviembre es el mes de las campañas online. Tras calentar motores en octubre, es el momento de echar toda la carne en el asador con una campaña de Ads que incluya nuestras redes más potentes, Google Ads, etc.
Diciembre
Parecía que quedaba lejos, ¿eh? Diciembre llega más rápido de lo que parece y, después de tres meses de promoción, ahora toca cumplir con todos los pedidos que hemos conseguido generar y, cómo no, también con las last calls.
Cuando hablamos de marketing y comunicación, hay varias palabras clave que siempre se repiten y una de ellas es timings. Controlar los tiempos es indispensable para nuestro departamento, pero también lo es para el departamento de logística. ¿De qué sirve hacer una campaña de Navidad increíble si luego no se cumplen los plazos de entrega? ¿Hay algo peor que nuestros clientes se vean obligados a preparar un triste vale en una cartulina de color porque su pedido no ha llegado cuando debía?
Cumplir plazos es fundamental y, como tal, ha de estar también contemplado en nuestro plan de marketing navideño. Está claro que las incidencias existen —y si no, que se lo digan a nuestros amigos del canal de Suez—, pero desde marketing y logística se ha de luchar para ir 100% coordinados y que Papá Noel y los Reyes Magos no se nos agobien buscando un resuelve de último momento.
En resumen, Navidad es una época mágica para todos, especialmente para aquellos que se dedican a las ventas B2C, y por eso es tan importante planificarla con tiempo. Hace cosa de un año poníamos sobre la mesa un nuevo mantra Oh la là! que decía: “Este año empieza en septiembre”. Una verdad como un templo si hablamos de conseguir ventas navideñas.
P.D.: No os lieis. El árbol se pone en el puente de diciembre, de toda la vida.