Hace unos meses empezábamos el año hablándoos de Inteligencia Artificial, una cosa a priori súper futurista, pero que, con más de seis meses encima, ya hemos interiorizado como parte de nuestro día a día. Durante este tiempo, hemos visto como los titanes de la tecnología iban desarrollando sus propias IAs permitiendo que las empresas y profesionales del marketing pudiesen comenzar a utilizar esta herramienta. Y de eso venimos a hablar, de cómo integrar la IA en una estrategia de marketing.

Qué es la Inteligencia Artificial (IA)

Antes de meternos de lleno en su aplicación, paremos un momento y recordemos qué es la inteligencia artificial. La inteligencia artificial es, básicamente, la tecnología que permite que las máquinas puedan aprender de forma autónoma, lo que hace que puedan imitar algunas capacidades humanas como la percepción o el razonamiento –la verdad es que dicho así todavía sigue sonando un poco a ciencia ficción, pero, amigos, así es. Está pasando.

Aplicaciones de la inteligencia artificial en una estrategia de marketing

A la hora de integrar la IA en nuestra estrategia de marketing o comunicación existen cuatro opciones principales:

  1. Análisis predictivo y toma de decisiones: En otras palabras, análisis de datos. La IA puede estudiar datos históricos en tiempo real, predecir tendencias futuras, identificar oportunidades de mercado y hasta sugerir estrategias. Capacidades muy interesantes para, por ejemplo, poder anticiparnos al comportamiento de compra de nuestros clientes.
  2. Personalización de contenido: El clásico “esto también te puede gustar” o el “hecho para -inserte aquí nombre aleatorio- “. ¿Os suenan? La IA es una de las vías estrella para la personalización de contenidos ya que, al utilizar técnicas de segmentación avanzadas como el aprendizaje automático y el procesamiento del lenguaje natural, nos permite impactar con contenido relevante y personalizado en el momento adecuado, aumentando así la probabilidad de conversión.
  3. Automatización: La IA también es una forma muy interesante de mecanizar esas tareas rutinarias y repetitivas que ocupan gran parte de nuestra jornada laboral. Desde realizar traducciones o resumir textos, a generar imágenes y copies -un chollo donde los haya-.
  4. Optimización de la experiencia del cliente: Como hemos visto, la inteligencia artificial puede mejorar la experiencia del cliente de muchas maneras. Al analizar datos en tiempo real, la IA puede identificar en seguida los puntos del recorrido del cliente donde se producen problemas de algún tipo lo que nos permitirá intervenir y ofrecer soluciones personalizadas a una velocidad de vértigo.

Como veis, existen múltiples formas de integrar esta tecnología en el mundo del marketing. Esta poderosa herramienta nos ayudará a comprender mejor a nuestros clientes, personalizar las interacciones y mejorar las estrategias, mejorando nuestros resultados y aportándonos ventajas competitivas. Eso sí, recordemos hacer las cosas con cabeza. Más vale tardar un poco más en integrarla y hacerlo bien que no empezar a dar palos de ciego porque pensamos que estamos en Silicon Valley.

El futuro de las IAs: profesionalización institucional

Además, si algo nos ha dejado claro que la inteligencia artificial ha venido para quedarse. Ha sido el anuncio de la que será la sede física de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (AESIA). 

Hace unos meses, el Gobierno anunciaba que el organismo encargado de analizar los límites de la IA se ubicará en A Coruña siendo también el primero destinado al control de la Inteligencia Artificial en la Unión Europea. Así que, bueno, nosotras living con poder vivir esta revolución en primera línea desde nuestra sucursal gallega.

Stay tuned!