Si estás planteándote empezar a tratar con medios de comunicación desde tu empresa, hay una cosa que debes tener muy en cuenta: los timings de las redacciones. Aunque a priori te pueda llamar la atención, el ritmo de una redacción es algo fundamental que debemos tener en cuenta a la hora de planificar cualquier estrategia comunicación y PR.
Para entendernos, si por sí solo el compás delirante de la actualidad ya implica un día a día de lo más estresante (especialmente en las grandes ciudades), en los últimos años –más desde 2020, claro- la prensa ha sufrido múltiples recortes que han llevado a los medios a una situación bastante delicada en la que lo que antes era trabajo para seis periodistas ahora lo es solo para uno.
¿Cómo afecta esto a nuestras notas de prensa?
Como agencia o departamento de comunicación externo, estamos constantemente en contacto con los medios y sus redacciones. Hablamos con los periodistas a diario, a algunos incluso les preguntamos qué tal le ha ido el cursillo de cerámica que empezó para liberar estrés. En resumen, podemos decir con conocimiento de causa que el ritmo frenético al que están sometidos los redactores hace que el tiempo del que disponen para revisar y escoger contenidos disminuya notablemente. Lo que, por desgracia, aumenta la posibilidad de que todo nuestro trabajo redactando notas de prensa y actualizando bases de datos acabe -¡oh, sorpresa!- en la papelera.
¿Y ante este panorama desolador qué nos queda? Pues, una vez más, nos toca desempolvar la lupa y la gabardina y sacar al detective privado que llevamos dentro porque es el momento de averiguar cuáles son los timings en la redacción.
Timings de una redacción
Los momentos más importantes de la rutina periodística son:
- 10:30 – En la redacción la jornada empieza algo más tarde que en un despacho al uso. A primera hora, la plantilla se reúne para esbozar los temas principales de lo que se convertirá en la edición del día siguiente. A partir de este momento, los redactores se ponen a trabajar, algunos terminando temas que ya estaban previstos, otros acudiendo a cubrir actos o ruedas de prensa y otros pendientes de los teletipos emitidos por las agencias de noticias.
- 14:00 – Antes de comer se lleva a cabo la segunda reunión del día y se valora cómo ha ido la mañana. ¿Qué temas son los prioritarios? ¿hay algún tema de rabiosa actualidad que obligue a reestructurar la edición? ¿a quién le toca pagar los cafés? En fin, lo importante.
- 19:00 – La reunión de portada. Es la última del día y la más importante, en la que se decide y se compone el próximo periódico. La reunión de portada es el momento más intenso de la jornada de un periodista.
- 22:00 – Hora del cierre de la edición (¿entendéis ahora por qué la jornada empieza más tarde?). Cuando todo está entregado y revisado el material se envía a imprenta, donde se encargan de convertirlo en el periódico que leeremos nosotros al día siguiente con el primer café.
¿Impresionados? Realmente es una carrera contrarreloj diaria.
El tema es que, en este contexto de locos, nuestra labor es encontrar el momento adecuado para enviar nuestra nota de prensa. Porque por mucho que hayas preparado la mejor nota de prensa del mundo, creednos cuando os decimos que si la enviáis un viernes por la tarde se quedará al fondo de una montaña de emails y ¿qué viene después de eso? Efectivamente: ¡PAPELERA!
Peores momentos para enviar una nota de prensa
Grosso modo, los peores momentos para enviar una nota de prensa son:
- Después de las 18:00
- El cierre
- Un viernes
- El fin de semana
- Durante las vacaciones del periodista en cuestión – ¿sabes cuántos correos tendrá a la vuelta?-
En resumen, lo más adecuado es enviar nuestra nota de prensa de martes a jueves por la mañana. Aunque es verdad que esta realidad puede variar según el medio o el periodista al que nos vayamos a dirigir, pero eso da para otro tema.