Una vez que se pone punto y final a una nota de prensa viene la gran pregunta: ¿a quién se manda? Después de todo el esfuerzo invertido en recabar información, redactar un texto periodístico impecable y buscar el titular perfecto, no podemos permitir que nuestra elaboradísima nota de prensa acabe en el spam de un correo genérico, o peor, en la papelera sin siquiera haber sido leída. ¡De eso ni hablar!

Para que esto no ocurra, lo primero que debemos hacer es sacar a pasear los conocimientos que hemos adquirido después de años y años de series policíacas e investigar quién es la persona ideal que ha de recibir nuestra valiosísima información.

Los medios de comunicación se dividen, a grandes rasgos, en la rama técnica, la de producción, la puramente administrativa y la editorial -¡esta es la nuestra!-. La rama editorial es básicamente la redacción del medio, el hábitat natural de los periodistas, y está compuesta por secciones en función de la temática. Es importante recordar que, aunque hay periodistas que se mantienen en un mismo puesto hasta especializarse en una temática concreta, lo más habitual es que los redactores vayan cambiando de sección con el tiempo, por lo que es muy importante estar al día de sus movimientos.

Perfiles dentro de la redacción

Dentro de una redacción hay distintos perfiles según las competencias: están los colaboradores, los redactores, los corresponsales, los redactores jefes… y así hasta llegar al director. O sea, se componen de un organigrama piramidal. Pero a nosotros lo que más nos interesan son aquellos perfiles que pueden colocar nuestro tema en primera plana -o en un breve en medio de otros artículos porque, seamos realistas, tampoco es que tengamos entre manos el Watergate-.

  • Redactores: escriben y editan la noticia. Son los encargados de dar forma a los contenidos y, en muchos casos, de proponer temas en las reuniones que después serán o no aprobados por sus jefes de sección.
  • Jefes de sección: su labor principal es coordinar el trabajo de los redactores, aprobar la información en las reuniones diarias y priorizar los temas según la actualidad o el peso de los mismos. Además, los jefes de sección escriben, de vez en cuando, temas más extensos como entrevistas o artículos muy especializados por lo que son las personas ideales para proponerles un tema que sea particularmente jugoso.
  • Redactor jefe: es el enlace entre la redacción y el director, el líder del equipo. El redactor jefe es el encargado de dar coherencia a la publicación, es decir, que se respete la línea editorial del medio, que no haya temas duplicados o información contradictoria, etc.

Los freelance: un imprescindible en tu base de datos

Además de estos tres perfiles existe otro rol dentro de las redacciones que nos interesa especialmente: los colaboradores. El 2008 cambió las reglas del juego en muchas profesiones y el periodismo fue una de ellas. El rol de freelance se instauró definitivamente y desde entonces ha ido ganando peso dentro de las redacciones.

El freelance o el buscavidas del periodismo no acostumbra a recibir encargos, sino que es él el que propone los temas que considera que encajan con el medio. Además (y aquí viene lo más interesante), un freelance, por regla general, suele colaborar con varios medios al mismo tiempo, lo que da a nuestra querida nota de prensa más de una posibilidad.

En resumen, para llamar a la puerta correcta primero hay que investigar. Solo así conseguiremos acertar y que nuestra información llegue a manos de la persona idónea. Revisar las firmas de los artículos puede llegar a ser muy útil y la forma más fácil de estar al día sobre los movimientos en la redacción y si esto no funciona, tu timeline de Twitter puede ser el lugar donde encuentres el contacto que estás buscando, siempre y cuando sigas a las personas adecuadas.